Copiapó es una ciudad con tradición minera desde sus orígenes, es conocido por ser un oasis donde florece el desierto y además de poseer en su valle la primera exportación de uvas del país, trayendo grandes beneficios a la zona.

Fue fundada oficialmente el 8 de diciembre de 1744 por el gobernador José Manso de Velasco, bajo la designación de San Francisco de la Selva de Copiapó, aunque su origen se remonta antes de la llegada de los españoles, cuando formaba parte del imperio inca. En ese entonces los nativos llamaban a esta localidad Copayapu, que algunos traducen como “Copa de oro”, otros como “valle verde” y también como “Sementera de turquesas”.

Cuando el español Diego de Almagro descubrió el Reyno de Chile, el día 21 de marzo de 1536, lo hizo ingresando por la Cordillera de los Andes a través de la quebrada de Paipote, en medio del Valle de Copiapó el cual nombró valle de la posesión.

Se destaca la época que estuvo asociada al descubrimiento y explotación del mineral de plata de Chañarcillo, ubicado algunos kilómetros al sur de la Ciudad, por parte de Juan Godoy en 1832, y al posterior descubrimiento del mineral de Tres Puntas en 1848. Ambos descubrimientos, posibilitaron un rápido desarrollo de la zona, dejando así a la ciudad como una de las más importantes de la región.

Múltiples fueron los adelantos traídos a la ciudad durante esta época, entre estos se destaca el Ferrocarril Copiapó-Caldera, inaugurado en 1851 y que fue el primero del país.

En 1978 comenzó la denominada revolución verde, con el cultivo a gran escala de uva de mesa en el Valle de Copiapó, propiciando una etapa de gran auge económico para la zona, que dejó de depender de los vaivenes del precio de los minerales.

Es destacable que a partir de 1990 las autoridades mantuvieran el impulso productivo a nuevas áreas de la economía que había dado el régimen saliente.

Monumentos Nacionales

Estación de Ferrocarriles

Es una de las construcciones que recuerda el pasado histórico de la ciudad, fue edificada en madera en 1854. Tiene oficinas, salas de espera, andenes cubiertos. Fue restaurada en 1982 y hoy es un Museo de Sitio, con fotografías del primer ferrocarril de América del Sur, que unió a la ciudad con el puerto de Caldera.

Locomotora La Copiapó

Es el primer ferrocarril que circuló en Chile y es la locomotora más antigua que aún existe en América del Sur. Su historia comienza con la necesidad de transporte de toneladas de plata extraídas de la mina de Chañarcillo en 1832, ubicada a 73 km. al sur de la ciudad de Copiapó y posteriormente por el auge minero del rico mineral de Tres Puntas en 1848. Con un carro de equipaje y tres carros de pasajeros de primera, segunda y tercera clase, de las cuales la diferencia radica en la calidad de los asientos y la decoración interior. La Locomotora Copiapó fue construida por Norris Brothers en Filadelfia en 1850. Es la locomotora más antigua todavía existente en América del Sur. Su inauguración ocurrió el 25 de diciembre de 1851. A partir del 1 de enero de 1852 La Copiapó realizó un viaje diario: salía a las 9.00 de Copiapó y llegaba a las 13.00 a Caldera, saliendo nuevamente de regreso a Copiapó a las 15.00. El pasaje costaba en primera clase 4 pesos y 2 reales y en segunda clase 2 reales. La carga se pagaba a 4 reales por quintal. Su funcionamiento duró hasta 1858. Ese mismo año participó en la Exhibición Internacional de Santiago, que se realizó en la Quinta Normal, finalizado el evento, formó parte del Museo Nacional hasta el año 1894. En 1901 volvió temporalmente a Estados Unidos para ser exhibida en el pabellón chileno de la exposición Panamericana de Buffalo.

En 1929 operó por última vez para trasladar a los delegados del Congreso Sudamericano Ferroviario, que se celebró en Santiago. Para este tiempo la máquina se exhibía en forma permanente en los patios de la Escuela de Artes y Oficios (luego Universidad Técnica del Estado y Universidad de Santiago). Sólo en 1945 volvió a Copiapó para quedarse hasta hoy. En 1952 fue declarada Monumento Nacional y hoy en día se conserva en el campus norte de la Universidad de Atacama.

Casa Villa Viña de Cristo

Esta mansión del siglo XIX, fue la más elegante de Copiapó, construída en 1860 con materiales traídos exclusivamente de Europa por orden del acaudalado minero Apolinario Soto Dueño de la mina de plata “Tres puntas”, originalmente poseía dos alas laterales que desplegaban una importante columnata dórica. Es un estupendo y loquísimo castillo de estilo neoclásico italiano, posee un mirador central superior, desde el cual surge la techumbre y al que se accede por una escalera de caracol hecha en nobles maderas. Su estructura es en base a tabiquería con cañas de Guayaquil y barro. El pino oregón constituye la casi totalidad de la madera usada en el entramado de los muros, envigado de pisos y armadura de la techumbre. El material de decoración fue traído de Estados Unidos. En el año 1950 el fisco adquiere esta casa, la Escuela Normal Rómulo J. Peña se traslada sus dependencias en el año 1953 , funcionando allí por espacio de 20 años. Hoy en día es parte de la Universidad de Atacama ubicada en el área sur del campus, tras su posterior demolición sólo se conserva el cuerpo central del edificio que es expresión del glorioso pasado minero de Atacama.

Iglesia Catedral de Copiapó

Está ubicada junto a la Plaza de Copiapó. Fue construida entre 1840 y 1851 con estilo neoclásico inglés. Su construcción es de madera con doble tabiquería de 13 mm de ancho, lo que permite la circulación entre ellos. Su frontis tiene columnas y está rematado por una gran torre cuadrada de 3 niveles rodeados por columnas. En su interior el sagrario y el frontón del altar son de plata cincelada; también hay un retablo italiano de G. Fiorini. Las lápidas de ilustres ciudadanos se conservan en este templo, a un costado se ubica el mausoleo en donde se encuentra los restos del obispo de Copiapó Monseñor Fernando Ariztía Ruiz, declarado Monumento Nacional en el año 1981.

Casa de los empleados de ferrocarriles.

Declarada Monumento Nacional. Casa habitación de hermoso diseño colonial y que colinda con la Estación ferroviaria de la ciudad. Su columnata dórica da cuenta de su estilo neoclásico. Construida alrededor de 1860 y restaurada en 1993. Esta gran residencia, de un sólo volumen, posee dos corredores en toda su extensión, delimitados por simples columnas de forma cónica trunca, en madera, coronadas por una cornisa con molduras. Esta estructura es en base a pino oregón con revestimiento de los muros en caña de Guayaquil y barro, similar a todas las construcciones de la época. El edificio posee una estructura simétrica en la fachada, en la techumbre y muros. El acceso principal de la residencia es realzado por un frontón en altura triangular, tras el cual se ubica una torrecilla de madera, en la actualidad alberga las oficinas regionales del Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) y se encuentra ubicada en Avenida Manuel A. Matta N° 264.

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