Castro se alza majestuosa, vigilando el puerto, formando un pequeño estero donde finaliza el fiordo castreño; estamos a 4 Kms. del centro de la ciudad y la vista es panorámica. Apreciamos toda la urbe, las nuevas poblaciones, la bahía, el balneario del lugar, sectores adyacentes; a lo lejos sobresalen las torres de la iglesia, hito de navegación y referencia urbana.
La singular ciudad de Castro está emplazada en un fiordo que corresponde al molde de ocupación que por siglos ejercieron los hielos sobre el terreno, quedando descubierto cuando éstos comenzaron a retirarse. Este espacio fue ocupado por las aguas del interior, formando un entorno de características paisajistas extraordinarias, calificado como único en su género en todo el mundo.
Castro se alza risueña, con su gran calle principal en pendiente y sus pequeñas casas. El ambiente despejado y alegre nos alivia de la pesadez. Al borde del mar, algunas casas y bodegones suelen avanzar sobre pilotes, mostrando así las credenciales de perfecta ciudad “chilota”. Elogiosos comentarios para la mayor agrupación urbana de la provincia, a 113 Kms. de Chacao, puerto de entrada a Chiloé.
Castro se encuentra a 1.200 Km. de Santiago de Chile y a 90 kilómetros al suroeste de Puerto Mott, dentro de sus atractivos se destacan sus construcciones arquitectónicas de madera; los palafitos, como también las Iglesias declaradas patrimonio de la humanidad. Las costumbres de su habitantes mezclan la mitología, la gente que vive en esta zona es muy amable y cariñosa.
Su localización en el centro mismo de la Isla Grande, como ciudad base, permite el fácil traslado a otras localidades. Es la Capital Provincial, eje administrativo, con funciones comerciales, financieras, educativas, turísticas, culturales, sociales, en constante crecimiento. Emplazada en una pequeña terraza, entre los 35 y 50 m. sobre el nivel del mar, al borde de una ensenada por el lado oriental y del río Gamboa por el occidental, la convierten en una acogedora ciudad, con un magnífico fondeadero. Su estratégica posición en el fiordo le entrega características paisajistas únicas por el entorno que domina. Ha tenido una espectacular proyección urbana y poblacional, extendiéndose por varios sectores. Mantiene los caracteres de urbe con “aires chilotes” en múltiples aspectos, y sus viviendas obedecen a pautas de diseño que facilitan la concentración familiar, alrededor de la gran cocina-comedor.
Dada la configuración topográfica, aliadas al aspecto cultural, pueden distinguirse algunas soluciones urbanas particulares, como los palafitos. Lo moderno se alía con la tradición en Castro, una de las ciudades más antiguas del país, con existencia continuada y larga historia.
Atractivos turísticos imperdibles de Castro (Chile).
Los palafitos de Pedro Montt.
Ofrece múltiples lugares atractivos esta ciudad-puerto. Iniciamos el recorrido turístico-cultural que jamás pierde su interés desde la calle San Martín y descendemos hacia la salida Norte, apreciando los palafitos de Pedro Montt, antiguo barrio citadino localizado en el límite urbano de antaño; por allí, entre sus calles, circulaba lentamente el tren chilote. Sus habitaciones sobre pilotes, levantadas en el bordemar de la ciudad, representan la vital relación entre tierra y mar que se da en todo el archipiélago; hoy circunscritos por la carretera-puente construida en la década de 1960.
Mirador cerro Ten Ten.
Nos desviamos al Este, por una ruta de tierra cruzamos el puente de madera, y ascendemos al mirador del cerro Ten-Ten, cuyo nombre recuerda la serpiente bienhechora que levantó las montañas, en una terrible lucha con Caicaivilú, para salvar a los hombres, según nos relata el “mito mapuche-huilliche”.
Poblaciones y conjuntos habitacionales típicos.
Después de deleitarnos con los paisajes circundantes retomamos la ruta de ingreso a Castro, por calle O”Higgins nos dirigimos hacia el Oeste hasta calle Gabriela Mistral y Avda. Galvarino Riveros, viendo las poblaciones y conjuntos habitacionales formados después de 1960. Toda esta “parte alta” de la ciudad se conformó recientemente.
Parque Municipal.
Salimos del límite urbano y por el camino que serpentea los verdes campos llegamos al Parque Municipal, ubicado en el sector de La Chacra, lugar donde se localizan los 55 módulos de gastronomía que expenden los platos tradicionales durante el Festival Costumbrista. Recinto habilitado a fines de la década de 1970, donde en el mes de Febrero se efectúa el famoso “Festival Costumbrista”, fiesta viva de gastronomía, artesanía, folklore y costumbres chilotas, evento de trascendencia que se ha proyectado y consolidado a nivel nacional e internacional.
Museo de Arte Moderno.
También se ha instalado en este tradicional perímetro el Museo de Arte Moderno, único en el país, entrelazado con la trama cultural chilota y ubicado en un lugar privilegiado como mirador; posee diversas colecciones de arte contemporáneo. Desde sus instalaciones la visión al estero y ciudad es hermosa, incluso cuando los cielos están despejados se observa la Cordillera de Los Andes e islas interiores.
Cerro Millantuy.
Retornamos y por la calle El Arrayán llegamos al cerro Millantuy, en medio de la ciudad. Mirador natural, ya que desde su cumbre junto a la estatua de la Virgen, se puede observar el plano urbano central de Castro, el río Gamboa y su catarata que contornea entre los cerros y el barrio del mismo nombre, la famosa “piedra del camahueto”, la bahía con el colorido siempre verde y los poblados de Yutuy, Quento, Chañihué, Rauco. A los pies del cerro el típico cementerio local, con sus callejones y sus bóvedas en forma de pequeñas casas. El panorama es bellísimo desde este lugar.
Plazuela Gamboa.
Por calle Freire llegamos hasta la Plazuela Gamboa, el otro mirador castreño, ubicado al occidente del plano de la ciudad. Se aprecia la desembocadura del río Gamboa, los palafitos, las nuevas casas que cubren las laderas, el local del Internado Campesino que recoge elementos de la arquitectura tradicional chilota, adaptándolo a lo moderno en perfecta integración. La Plazuela es el centro de paisajes deleitosos, allí se ubica el busto del fundador de Castro, siendo además un entorno de leyenda, porque sería el sector desde donde comenzaba el túnel de los jesuitas, quienes ocultaron allí sus tesoros, según cuenta la tradición.
Río Gamboa.
Descendemos al sur por la suave ladera pavimentada y atravesamos el puente sobre el Río Gamboa, que abre su silencioso cauce por entre las montañas y se extingue en el estuario por el oriente. Contemplamos a sus orillas las tradicionales casas-palafitos del Gamboa, uno de los lugares de mayor atracción. Bordeamos el fiordo con sus pequeños acantilados, recuerdos topográficos del período glacial. Maravillosa bahía, singular en su formación, de tranquilas aguas y pequeñas playas de cantos rodados que otrora, fueron recorridas por las bandas canoeras Chono, los primitivos habitantes de Chiloé.